Me encontré por primera vez con este concepto hace varios años por medio de Brad Sugars y ActionCOACH. También está descrito en la Programación Neurolingüística (PNL). Y cuanto más tiempo he reflexionado y trabajado en ello, más resuena para mi, para las personas que me rodean y para aquellos líderes que tienen el interés y se toman el tiempo de pensar realmente en el papel y el beneficio de una comunicación clara.
En nuestro trabajo en Coaching y Training en liderazgo, gestión de equipos y habilidades de índole comercial, vemos que los problemas de comunicación son muy frecuentes y destructivos y tienen un impacto negativo de gran alcance. La mala comunicación está en raíz y origen de los problemas en las organizaciones y equipos (¡al igual que en la vida personal!). Y la comunicación no es sencilla, con la comunicación rara vez puede hacer las cosas 100% bien, lo que sí puede hacer es tomarla en serio, estar muy alerta y esforzarse por mejorar continuamente sus capacidades de buen comunicador.
Incluso los líderes más efectivos que gestionan de la forma constructiva a su gente, caen en culpar por su respuesta equivocada o inacción ante lo que se requiere, a los receptores de su comunicación, en vez de mirar su desempeño como emisores, cuando el resultado de la comunicación que generaron (instrucciones, planes, juntas, proyectos) no produce lo que ellos quieren. Y el mismo criterio (o falta del mismo) aplican cuando interactúan con sus propios jefes, con otros líderes de su nivel y con otras personas relacionadas a su vida profesional y también personal.
Ojalá alguien me diera 100 pesos por cada vez que he oído un gerente o director diciendo “¿Qué pasa con esta gente, ¿por qué no hacen lo que les estoy diciendo?” De por sí esta declaración significa señalar y cargar la responsabilidad y en última instancia la culpa al receptor de la comunicación. La pregunta es ¿cómo puede el receptor ser responsable cuando lo único que él sabe al respecto es lo que entendió, su percepción es su realidad, y no puede penetrar en lo que el emisor quiso o intentó comunicar?
Así que, si como líder usted no está recibiendo la respuesta que desea a su comunicación, entonces el primer vistazo debe ser hacia sí mismo y sus posibles deficiencias de comunicación, en lugar de ser tan rápido en culpar a otros.
Estos son algunas sugerencias que puede probar y medir el resultado:
Conózcase a usted mismo. Si no está dispuestos a analizar su propio comportamiento y entender de qué manera usted reacciona de cierta manera a diferentes problemas y situaciones, entonces será más difícil que usted pueda comunicarse bien con otras personas.
Sea claro sobre sus objetivos e intenciones. El punto de partida de una comunicación efectiva es tener claros los objetivos y resultados que desea lograr.
¿Cómo suele cambiar el estado emocional de su audiencia antes y después de recibir un mensaje que viene de usted? Si no puede responder a esta pregunta es que no está listo para comunicarse. Si usted no lo sabe, entonces no tiene idea de las respuestas que puede esperar.
Exprese el mensaje en términos significativos para la audiencia, no necesariamente para usted. Adáptese y será más comprensible. Recuerde que ellos tienen una opción, que es malinterpretarle.
Elija bien el medio y el mensaje. Cómo, cuándo y dónde se entrega el mensaje es clave para su comprensión. Recuerde que una imagen vale más que mil palabras.
Usted nunca envía un “simple mensaje”. Debido a los diversas interpretaciones y vaivenes emocionales de la gente, que distorsiona los mensajes, la comunicación es compleja.
Es más probable que la gente reaccione y actué en respuesta a una comunicación de su parte que también involucre un llamado claro a la acción. La gente se involucrará si tiene claro se requiere una acción de parte de ellos y si hay algo significativo a alcanzar (un para qué, un propósito, un resultado comprensible).
Nunca asuma que, porque su mensaje se envió, se produjo comunicación real y de impacto. Verifique. Averigüe lo que su el receptor o el público entendió de su mensaje. Si la retroalimentación le indica que no le comprendieron, no los culpe, enfóquese en mejorar sus capacidades de comunicación efectiva.
Recuerde, como líderes y gerentes, como padres y esposos, su verdadera comunicación siempre será la respuesta que recibe.
Por eso es muy importante entrenarse, aprender, practicar y convertirse en mejor comunicador.
¿Qué acciones tomarás en tu negocio y en tu vida, en este sentido?
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