Ser una persona Accountable es “ser una persona con la cual se puede contar”. Una persona que de verdad honra y valora la palabra dada al establecer un compromiso con otra persona. Una persona que al asumir tal compromiso, lo toma en serio y lo hace suyo de principio a fin.
De entrada, muchos seres humanos -y con gran énfasis en Latinoamérica- tenemos un gran problema. En nuestra mente, cuando tomamos un compromiso, en seguida lo clasificamos en compromisos A (tengo que cumplirlo) o compromisos B (no importa, tomé el compromiso por salir del paso, ya pondré pretextos si no lo cumplo). No, señores, cuando tú das tu palabra, cuando tú aceptas una responsabilidad o dices sí a hacer una tarea ¡es un compromiso, y punto!
Igualmente, cuando tú estás en una posición laboral. Ese es un compromiso que tú has aceptado voluntariamente. Nadie te obliga a trabajar en esa organización.
Por lo tanto, tú tienes que ser una persona totalmente confiable, que sin necesidad de que te estén vigilando, y sin necesidad de niñera o “babysitter”, cumples tus compromisos, en los plazos y los estándares de calidad que has acordado y que corresponden a tu búsqueda permanente de la excelencia profesional y personal.
Los metas y los indicadores o KPIs que vamos monitoreando en las diferentes áreas son también un compromiso. Y debes apasionadamente luchar e influir en tu equipo porque se tomen en serio y se cumplan.
Entonces, la persona accountable (orgullosamente accountable) se caracteriza por ser:
“Comprometida” en primer lugar, que cuando toma un compromiso, cuando dice si, pudiendo decir que no, entonces lo hace suyo hasta el final. Importante, la persona accountable tiene que aprender a decir que no. Es la única manera de defender tu tiempo y tus prioridades. Si dices que sí a todo, no podrás cumplir todos tus compromisos.
Luego viene el ser persona “Proactiva”, poner toda la energía, el entusiasmo, hacer las cosas con tiempo, planeando, no dejando las cosas al último. Y así, la mayoría de las veces, cumplir bien y a tiempo los compromisos
Y, al final, la persona accountable es “Responsable”, rinde cuentas por el resultado, siempre da la cara, salgan las cosas bien o salgan las cosas mal, celebra los logros y no culpa a nadie por los errores o incumplimientos. Si las cosas no salieron bien, se asegura de aprender del mal momento que vive el no cumplir un compromiso y de tomar cualquier acción necesaria en el futuro para cumplir a cabalidad sus compromisos en las próximas ocasiones.
Entonces, a no olvidarlo ¿cómo vivo una vida de accountability? Yo tengo 3 momentos para demostrar qué tan accountable soy.
Cuando me proponen que tome un compromiso, mi primer momento es decidir si lo tomo o no, Cuando lo tomo me comprometo hasta el final.
El segundo paso es vivir mi proactividad, que es el nivel de energía, de entusiasmo que le pongo para que se logren resultados. Porque recuerden, de por medio está mi palabra, mi nombre y mi reputación.
Y la tercera, que es la más importante, nunca más un pretexto, una justificación. Si quieres ser persona accountable, cuando algo no te sale bien, tú no te vas a actuar como todo el mundo, no vas a ocultar, culpar, justificarte y negar los errores o la falta de cumplimiento.
Que por tus labios no salgan pretextos, excusas y culpas, mejor -y dicho en términos latinoamericanos-, “aguanta vara” para que te duela, que sientas la incomodidad de no haber cumplido tu compromiso, para que no vuelvas a cometer ese error.
Es muy diferente y mucho más satisfactoria y exitosa en el largo plazo, la vida de una persona accountable que la de una persona -como la gran mayoría- que se lava las manos, que no enfrenta sus responsabilidades y que vive “nadando de muertito”.
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¿Qué acciones tomarás en tu negocio y en tu vida, en este sentido?
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